La Comisión Europea quiere incentivar así la creación de aplicaciones para dar con las mejores hechas en el continente. La intención es convertirse en el evento de referencia en este campo. La competición cuenta con dos categorías: libre o intentando resolver algunos de los retos a los que se enfrentan las empresas de nueva creación. Según las bases: "Asumir que tendrán un acceso limitado a financiación, pensar en hacer un programa escalable y sostenible que ayude a las empresas jóvenes".
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